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Adelgazar sin cirugía: el láser lipolítico

Un tratamiento indoloro y no invasivo cada vez más popular entre quienes quieren perder centímetros en zonas difíciles

Las últimas tecnologías están revolucionando el mundo de la estética y de los tratamientos de adelgazamiento, favoreciendo la consolidación de técnicas médico-estéticas alternativas a la liposucción y que ofrecen resultados muy similares sin necesidad de anestesias y bisturís y sin tener que introducir cambios bruscos en los hábitos de alimentación y actividad física.
Éste es el caso del láser lipolítico, un tratamiento indoloro y no invasivo cada más popular entre quienes quieren perder centímetros en zonas difíciles y que permite la eliminación de la grasa localizada sin tener que pasar por el quirófano y sin sufrir efectos secundarios.
¿En qué consiste el tratamiento con láser lipolítico?
Apto tanto para hombres como para mujeres, está especialmente indicado para tratar aquellas zonas del cuerpo que son más complicadas y que se resisten incluso a la dieta y al ejercicio.
Es un tratamiento muy sencillo y rápido que permite reducir tallas y estrías desde la primera sesión y que consiste en la aplicación sobre la zona que se desee tratar de luz láser (de baja frecuencia, que básicamente lo que consigue es disolver la grasa acumulada en esa parte del cuerpo para favorecer su posterior eliminación de forma natural por el organismo. La exposición en la zona dura apenas 10 minutos y es posible tratar hasta tres zonas distintas del cuerpo en cada sesión.
El tratamiento con láser lipolítico es totalmente indoloro, no tiene efectos secundarios y tampoco precisa de ningún tipo de recuperación, por lo que se puede hacer vida absolutamente normal después de cada sesión.
Tampoco tiene contra-indicaciones, aunque siempre es aconsejable consultar previamente con un especialista para ver si es el tratamiento más conveniente según la persona y sus necesidades y para despejar cualquier tipo de duda al respecto.
Básicamente, el láser lipolítico adelgazante permite tratar cualquier zona del cuerpo donde exista grasa acumulada, si bien sus resultados son especialmente óptimos en abdomen, muslos, cartucheras e incluso en la papada.
¿Qué resultados permite conseguir el láser lipolítico?
Aunque la pérdida de centímetros ya es evidente desde la primera sesión, es conveniente realizar un mínimo de ocho sesiones para estabilizar los resultados.
Además de promover el adelgazamiento y garantizar que se pierdan centímetros donde realmente se necesita, el tratamiento del láser lipolítico reduce visiblemente las estrías y es método igualmente idóneo para combatir la celulítis. Asimismo, ofrece beneficios adicionales a nivel de tonificación, mejora de la circulación y eliminación de toxinas.
Si bien no es necesario cambiar drásticamente de hábitos en lo que respecta a la dieta y el ejercicio físico, conviene tener en cuenta que siempre se conseguirán mejores resultados siguiendo unas pautas saludables: beber abundante agua para favorecer la eliminación de líquidos, reducir la ingesta de hidratos de carbono, cambiar el sedentarismo por una rutina suave de ejercicio (media hora de paseo), combinar el tratamiento con masajes y la aplicación de productos cosméticos reductores, etc.
También conviene tener en cuenta que si se tiene un problema de sobrepeso severo, antes que por cualquier tipo de tratamiento estético, primero habrá que apostar por la dieta y el ejercicio, ya que no hay técnicas milagrosas y tratamientos como el láser lipolítico adelgazante están especialmente indicados para casos de grasa acumulada en zonas difíciles.
En cualquier caso, antes de comenzar cualquier tratamiento médico-estético, la mejor opción es siempre consultar cualquier duda con un especialista y solicitar toda la información necesaria para poder valorar todas las posibilidades y elegir la más adecuada.

 

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10 Malos hábitos en la Dieta Alimenticia

Ten en cuenta malos hábitos que impiden bajar de peso:

1. No tomar el desayuno

El desayuno es la comida más importante del día. Saltarse el desayuno hace que luego se caiga en la tentación de consumir alimentos de alto contenido calórico como donuts, magdalenas o galletas. Los estudios demuestran que las personas que desayunan comen menos calorías por día y bajan de peso con más éxito que aquellos que no lo hacen.

2. No tener tiempo para comer bien. Si se lo piensa bien, la cantidad de tiempo requerido para preparar comidas y bocadillos saludables es poca. Quince minutos en la mañana es todo lo que se necesita para comer un desayuno saludable.

3. Comer a cada rato

El hábito de abrir la heladera a cada rato es malo, dado que ayuda a sumar varios cientos de calorías extra por día.

4. Comer inconscientemente

Se aconseja comer en la mesa y dejar de lado las distracciones como la televisión, la computadora, los videojuegos o el teléfono. Esto ayuda a comer de forma consciente.

5. Comer muy rápido

El famoso Dr. Johnson ha afirmado que los alimentos deben ser masticados 32 veces antes de ser tragados. Si se come demasiado rápido, lamentablemente se come más de lo suficiente. La solución es comer despacio.

Los países del Mediterráneo tienen las tasas más bajas de obesidad, seguramente porque se toman mucho más tiempo para comer sus comidas.


6. No tomar suficiente líquido

Según los expertos, en el momento en que una persona siente sed, está deshidratada. Se aconseja beber ocho vasos al día para reponer el propio suministro de agua.

Estar bien hidratado es una buena forma de ayudar a controlar el apetito y perder peso.

7. Esperar que el ejercicio sea la solución

Uno de los grandes mitos sobre la pérdida de peso es que puede lograrse mediante el ejercicio. Aunque el ejercicio es esencial para la salud a largo plazo y el mantenimiento del peso, en realidad es una pobre herramienta para perder peso.

  • Para perder una libra de grasa, sería necesario caminar enérgicamente 40-50 millas.
  • Hacer ejercicio ayuda a mejorar la salud, pero no es una solución mágica para bajar de peso.

8. Comer todo lo que hay en el plato

El hábito de comer todo lo que hay en el plato hace comer más de lo necesario para satisfacer el hambre y es malo para bajar de peso.

Se aconseja adquirir el hábito de dejar que el estómago y el cerebro decidan cuándo se está lleno.

9. Hacer las compras con el estómago vacío

No se recomienda hacer las compras con hambre, dado que se terminará con un carrito lleno de productos poco saludables, que podrán satisfacer el hambre, pero no la necesidad de cuidar el peso.

10. Comer alimentos ricos en azúcar y con alto contenido de grasa

Por desgracia, los alimentos más sabrosos y dulces tienden a ser altos en calorías, azúcar y grasa, lo cual favorece la obesidad y enfermedades relacionadas con el peso como la diabetes.

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Desintoxica tu hígado

Como y Por que desintoxicar tu higado

Desintoxica tu hígado  después de las tradicionales y exóticas comidas de estas fiestas decembrinas y de vacaciones, cuida tu cuerpo y acompáñalo de un buen masaje linfático para limpiar y depurar tu cuerpo así tendrás una  excelente salud y capital de juventud.

El hígado  es la más voluminosa de las vísceras y una de las más importantes por su actividad metabólica. Es un órgano glandular al que se adjudica funciones muy importantes, tales como la síntesis de proteínas plasmáticas, función desintoxicante, almacenaje de vitaminas y glucógeno, además de secreción de bilis, entre otras. También es el responsable de eliminar de la sangre las sustancias que puedan resultar nocivas para el organismo, convirtiéndolas en inocuas.

El buen estado de salud se da cuando el conjunto de actividades de los órganos y funciones corporales se realizan de forma correcta y en equilibrio siendo la ruptura del mismo lo que nos lleva a perder la salud. Por otra parte, la actividad de las células que forman nuestro organismo genera sustancias de desecho que eliminamos de forma natural cuando éstas no sobrepasan el nivel de tolerancia, algo que depende de cada individuo (edad, herencia, estado general…).

Sin embargo, hay alimentos y productos como el café, el tabaco, diversas drogas, productos tóxicos, algunos aditivos alimentarios, contaminantes de las aguas, medicamentos, etc., que dificultan las actividades celulares e incrementan la cantidad de elementos de desecho por lo que los órganos eliminadores (emuntorios) se ven desbordados e incapaces de desembarazarse de un nivel elevado de toxinas.

La depuración del organismo -y en particular la depuración hepática- es pues una de las primeras acciones que deberíamos tomar cuando nos planteamos el tratamiento de cualquier patología. Porque lo más eficaz es siempre comenzar «limpiando el terreno».

Alimentos adecuados

  • Cereales integrales: aportan hidratos de carbono complejos y vitaminas del grupo B, elementos necesarios para el buen funcionamiento del hígado. Además, los H. C. que contiene constituyen el nutriente que con mayor facilidad metabolizará un hígado enfermo.
  • Frutas: son ricas en azúcares de fácil asimilación y vitaminas antioxidantes que favorecen el funcionamiento hepático y evitan la retención de líquidos.
  • Verduras: siempre que sea posible se deben tomar crudas o cocinadas con poca sal. Aportan potasio y otros minerales necesarios en caso de trastornos hepáticos. Además, aportan folatos necesarios para el metabolismo hepático.
  • Uvas: además de aportar azúcares naturales y vitaminas antioxidantes activan la función desintoxicadora del hígado y estimulan la producción de bilis. Asimismo, facilitan el retorno de la sangre del aparato digestivo al hígado con lo que disminuye la hipertensión Portal que suele producirse como consecuencia de la cirrosis.
  • Manzanas: facilita el vaciamiento de la bilis y la descongestión hepática. Y poseen abundante fibra.
  • Ciruelas: evitan el estreñimiento y favorecen la eliminación de desechos orgánicos. Son bajas en sodio, grasas y proteínas. Facilitan el trabajo hepático.
  • Cerezas: son antioxidantes y depurativas de la sangre lo que facilita el trabajo hepático.
  • Nísperos: contienen provitamina A y minerales. Son descongestionantes y pueden reducir el tamaño del hígado cuando éste es debido a un cúmulo de sangre (hepatomegalia congestiva).
  • Alcachofas: por su contenido en cinarina y otras sustancias potencian la función hepática, desintoxican y facilitan la eliminación de sustancias nocivas. Aumentan la secreción de bilis y mejoran su vaciamiento al intestino. Alivian el mal gusto de boca y las digestiones pesadas debidas al mal funcionamiento hepático.
  • Cebollas: gracias a su aceite esencial sulfurado estimulan la función desintoxicadora del hígado.
  • Rábanos: su esencia sulfurada de sabor picante estimula la función hepática y aumentan la producción de bilis haciéndola mas fluida y facilitando su vaciamiento.
  • Lecitina: contiene colina, un factor vitamínico indispensable para el metabolismo hepático y para evitar que se deposite grasa en el hígado.
  • Aceite de oliva: en cantidades moderadas favorece el buen funcionamiento hepático.
  • Fresas: mejoran la circulación venosa del sistema Portal hepático y contribuyen a reducir la ascitis.
  • Berenjena: es un tónico digestivo que activa de forma suave la función de la vesícula.